Una herramienta básica contra la violencia

Fragmento

La violencia en todas sus manifestaciones es un problema de salud pública que involucra a todos los países en todos los continentes. Los números que reflejan el problema son contundentes; según el Informe mundial sobre salud y violencia, editado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1,6 millones de personas pierden la vida cada año por actos violentos. Más de 199 000 tienen entre 10 y 29 años; y unos 57 000 niños de entre 0 y 4 años son asesinados en el mismo período. Globalmente la violencia es la principal causa de muerte entre los 15 y 44 años; son hombres el 14% de estos muertos y mujeres el 7%. También los datos indican que no hay país que tenga índice de violencia contra la mujer menor al 10 %, y que en algunos trepa hasta el 69%. Violaciones, guerra, abusos, son palabras que se deben instalar firmemente en el debate de la salud. En América Latina, según encuestas recogidas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), durante 2001, en el área metropolitana de Santiago de Chile el 50,3 % de las mujeres había vivido alguna vez situaciones de violencia en la relación de pareja, mientras que en Bolivia (1997/98) el 25% reportó haber sido víctima de violencia psicológica, y el 13,9% de violencia física con amenaza para su vida. Los datos nacionales extraídos de las encuestas demográficas y de salud señalan que el porcentaje de mujeres que fueron víctimas de violencia física, por parte del cónyuge o de otra persona, alcanza 41,10% en Colombia (2000), 27,3% en Haití (2000), 28,7% en Nicaragua (1997-98) y el 41,2% en Perú (2000).

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2005-04-28   |   1,044 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 30 Núm.4. Octubre-Diciembre 2004 Pags. Rev Cubana Salud Pública 2004; 30(4)