El día que la Editora de la Revista Anales de Radiología, México, me distinguió con el honor de ser Editor Huésped de un número especial enfocado a la Otorrinolaringología, mi aceptación fue inmediata, ya que en la actualidad no contemplo el desempeñarme en mi especialidad sin poder contar con el apoyo de la Imagenología. Vinieron recuerdos de aquellas sesiones Clínico Radiológicas, los jueves por las noches, en Durango # 90, donde acudíamos médicos residentes de Otorrinolaringología de distintos hospitales y que sólo la fuerza de la naturaleza (el sismo de 1985) fue capaz de interrumpirlas. Ahí se hacía la presentación del caso y se discutía, bajo la sigilosa mirada de los doctores Ramón Ruenes, Fernando Couto, Fernando Rodríguez y Fernando Martín Biasotti, quienes, con su gran experiencia en la Radiología de Cabeza y Cuello, eran los últimos en dar su atinada opinión y como médico residente no cabía uno de orgullo cuando ésta coincidía con nuestra interpretación; mal nos iba si así no era y no con ellos, más bien con nuestros compañeros residentes de mayor jerarquía; la guardia de castigo y la revisión de artículos no se hacía esperar. El Dr. Ramón Ruenes, quien por pertenecer a dos de las sociedades médicas más prestigiadas y antiguas en el país: la Sociedad Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello y Sociedad Mexicana de Radiología e Imagen, ha tenido el honor de ser Presidente de ambas; la primera en los años 1970 a 1971 y la segunda de 1971 a 1972. Las generaciones noveles han oído hablar poco de él, pero si les pregunto cómo podrían demostrar un colesteatoma de ático o un neurinoma intracanalicular sin Tomografía Computarizada o Resonancia Magnética, saltarían las dudas. El Dr. Ruenes, después de haber estado en Francia, introdujo en México técnicas vanguardistas en los años sesenta, como la proyección transorbitaria de Guillen, la que permitía ver y medir el conducto auditivo interno, identificando a la cresta falciforme, de la cual por cierto no hace mucho le pregunté a un muy prestigiado Médico Radiólogo, del que por admiración y respeto omito su nombre, si conocía la técnica y la duda salió a flor; asimismo, podría hacer el ejercicio con otras técnicas como la de Schüller, en la que la extensión de la neumatización mastoidea y la posición del seno sigmoide pueden ser valoradas, la de Owen parecida a la de Mayer, pero con menor distorsión, que deja ver parte del yunque y el martillo, la de Chausse III, donde se ven los dos tercios anteriores de la pared lateral de ático y la de Stenvers que permite observar al conducto auditivo interno, sólo que acortado por la rotación y los canales semicirculares, todos éstos fueron elementos clave para el diagnóstico de la patología de oído.
2005-04-30 | 8,385 visitas | 3 valoraciones
Vol. 4 Núm.1. Enero-Marzo 2005 Pags. 3-4 An Radiol Mex 2005; 4(1)