Autor: Anzurez López Beatriz
Como dato histórico recordemos que en 1983, en Australia, dos investigadores, Marshall BJ y Warren Jr. por primera vez identificaron "por casualidad", de un cultivo de moco gástrico que había quedado olvidado por varios días, al microorganismo inicialmente denominado Campylobacter, y que después recibiera el nombre de Helicobacter pylori, endémico en muchos países, causa de una de las infecciones de mayor prevalencia a nivel mundial. En la mayoría de las ocasiones la infección cursa asintomática, no respeta edad, sexo, raza, ni condición social; se manifiesta con sintomatología fundamentalmente gastroduodenal, desde gastritis hasta úlcera; los pacientes presentan anorexia, sensación de plenitud gástrica, dolor epigástrico que se intensifica con la alimentación o se asocia con malestar abdominal, pirosis, náusea o vómito, hematemesis y melena, dolor abdominal, diarrea crónica y desnutrición importante; también se ha asociado la infección por H. pylori con cáncer gástrico. Helicobacter pylori es un pequeño bacilo gramnegativo en forma de espiral. Una de sus características típicas es que tiene una ureasa de alto peso molecular, que le permite catalizar la reacción de la urea hacia bicarbonato y amonio; el microambiente alcalino producido por dicha acción protege al microorganismo de la acción del jugo gástrico. La unión del H. pylori al estómago es mediada por hemaglutininas de unión celular, proteínas de superficie y lipopolisacáridos. El hecho de que H. pylori haya encontrado en la cavidad gástrica su hábitat natural y que se haya constituido en la infección bacteriana crónica más frecuente en el hombre, después de la caries dental, expresa su enorme y eficaz capacidad de adaptación.
Palabras clave: Helicobacter pylori.
2002-12-19 | 1,561 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 64 Núm.4. Octubre-Diciembre 2001 Pags. 199-200. Rev Med Hosp Gen Mex 2001; 64(4)