La ética de la prescripción

Autor: Valenzuela Fermín

Fragmento

El acto médico es un proceso complejo en el que, parafraseando a Ignacio Chávez, se relaciona una confianza con una conciencia, pero antes que nada es un acto humano que relaciona a dos sujetos entre sí. Como toda relación humana, se establece con base en elementos explícitos e implícitos y se evalúa, al igual que cualquier otro acto humano, en función de sus resultados. El paciente se acerca al médico con el propósito de resolver su problema de salud -considerando este vocablo en su más amplia acepción-, que rebasa el mero fenómeno de la enfermedad, y en la medida en que se soluciona el problema global, humano, que se plantea, el paciente a nivel individual y la sociedad brindan reconocimiento al acto médico, al médico y a la institución de salud. Si bien es cierto que aspectos como la eficiencia, la rapidez del servicio, la cortesía y la calidez del mismo tienen un impacto en la evaluación del acto médico, nada sobrepasa al hecho de lograr la cura, el control o el alivio de la enfermedad y del padecimiento. Los pacientes son capaces de soportar muchas cosas si tienen la certeza (la confianza) de que su espera o su largo traslado tendrá como consecuencia la solución del problema de salud que entregan al médico (la conciencia). Así pues, la evaluación del acto médico está íntimamente relacionada con la terapéutica, ya que el diagnóstico per se no cura, ni alivia, ni conforta.

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2005-05-17   |   739 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 3 Núm.7. Marzo 2005 Pags. 15-17 Dol Clin Ter 2005; III(7)