Cuándo y cómo abandonamos en su dolor a nuestros niños

Autor: Prado Flores Juan B

Fragmento

Nuestro cuerpo es el resultado de un trabajo evolutivo continuo de unos 15 mil millones de años. Por fantástico, el dato casi no nos dice nada y preferimos olvidarlo junto con todo lo que contiene, expresa y significa. Sin embargo, esta grave omisión tiene enormes repercusiones no sólo en nuestra vida de todos los días, sino particularmente en aquello que más queremos y cuidamos: nuestros niños. Se estima que 75% (unos 4 mil 500 millones) de los individuos que pueblan la Tierra no ha sido una buena noticia para su madre cuando ésta se descubrió gestándolo. 8 Pero como no sabíamos que el embrión y el feto sienten (actualmente el debate se está aclarando en el sentido de que desde la séptima semana de la gestación el embrión humano empieza a tener sensaciones y que los moduladores amplificadores del dolor aparecen más tempranamente que los inhibidores, lo que significa que percibe el dolor más intensamente aún que el recién nacido, el niño mayor y el adulto), 1 tampoco pensábamos hacer algo al respecto. Éste puede ser el primer dolor -en absoluta soledad y abandono- que el ser humano experimenta.

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2005-05-17   |   1,180 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 3 Núm.7. Marzo 2005 Pags. 21-24 Dol Clin Ter 2005; III(7)