Editorial

Autor: Rodríguez Lugo Ventura

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Las economías modernas y futuras se fundamentarán en las tecnologías de la información y en la generación del conocimiento, esto hace necesario un análisis profundo que permita identificar las áreas que representarán un impacto en la sociedad, tales como la biotecnología, energía, salud, ambiental y materiales avanzados, así mismo se debe establecer una mayor interacción de las Universidades e Institutos de Investigación con los diferentes sectores (productivo, social y gubernamental), con el propósito de fortalecer la investigación que contribuya a la solución de problemas específicos y coadyuve a mejorar las condiciones de vida de la sociedad. Resolver problemas específicos con un mayor impacto en la vida cotidiana, requieren de investigación multidisciplinaria, que en la ciencia moderna implica una convergencia entre las grandes disciplinas como las matemáticas, la química, la física y la biología, esta última juega un papel preponderante en el desarrollo de la humanidad y por mucho tiempo se le ha visto lejana a las demás ciencias. Una de las áreas prioritarias es la ciencia e ingeniería de materiales, la cual ha destacado, a lo largo de la historia de la humanidad, porque ha permitido mejorar la calidad de vida, al grado que las diferentes edades de la humanidad han sido denominadas con los nombres de los materiales, tal es el caso de edad de piedra, la edad del bronce, la edad del acero y a partir de 1950 la era de los materiales avanzados. El desarrollo de nuevas tecnologías ha permitido entender y conocer con mayor profundidad las propiedades y características microestructurales de los materiales, de tal forma que en la actualidad es posible manipular átomos y moléculas para el diseño de materiales para aplicaciones ad hoc, lo que nos introduce al mundo de la nanociencia y la nanotecnología, donde es posible obtener materiales con mejores y novedosas propiedades mecánicas, ópticas, termodinámicas, eléctricas, magnéticas, químicas, etc. La nanociencia permitirá a la comunidad científica trabajar en áreas que en otros tiempos resultarían ciencia ficción, como el diseño de nano-computadores que permitirán la identificación de fallas en organismos vivos y podrán ser reparadas por máquinas moleculares, lo anterior implica enormes avances en tópicos que actualmente representan graves problemas como el cáncer y otras enfermedades que no han podido ser controladas. Además será posible la generación de alimentos inteligentes, y la miniaturización de computadoras las cuales seguramente dejaran de funcionar a través de cables para hacerlo mediante señales de luz. Es en este sentido que la nanociencia y la nanotecnología requieren de la interacción entre las diferentes disciplinas del quehacer científico. La generación de nuevos materiales ha favorecido el mejoramiento de las propiedades y características de los materiales convencionales así como la síntesis de materiales que son diseñados para aplicaciones específicas como es el caso de los biomateriales, que son aquellos materiales que no sean dañinos dentro del cuerpo, incluyendo además las interacciones locales del material y del tejido circundante en ambas direcciones, siendo de vital importancia el efecto tanto del material sobre el tejido como de éste sobre el primero, a este efecto se le denomina como biocompatibilidad. De lo anteriormente expuesto resulta claro que el principal propósito de la ciencia consiste en entender y comprender con mayor profundidad el comportamiento de la naturaleza, lo que implica tiempo y esfuerzo, sin embargo esto se reflejará en beneficios de nuestra sociedad, que finalmente es la mayor satisfacción que un científico puede obtener, y que consiste en que sus resultados sean empleados en la solución de problemas que contribuyan a una mejor calidad de vida.

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2005-05-20   |   699 visitas   |   2 valoraciones

Vol. 4 Núm.13. Mayo-Agosto 2003 Pags. 181 Oral 2003; 4(13)