Vamos a platicar un poco del cambio de verdad, del cambio que se da a pesar de los fenómenos sociales y políticos. Estamos en una época en que nada parece sorprender a la sociedad moderna, en la que los avances científicos y tecnológicos se suceden casi a diario, y los conocimientos de la ciencia avanzan a un ritmo difícil de seguir con todo y el aprendizaje acelerado. En la actualidad se requiere de una forma diferente de trabajar, conocer y utilizar técnicas que conduzcan al pensamiento creativo, en un marco de interés, libertad, diversión y motivación al logro; hacer que el aprender signifique un profundo placer. Quien haya sentido la emoción –que corre por sus venas— de encontrar algo nuevo, sabe que hablo de uno de los estímulos naturales más poderosos que existen…. Imagínese viajar desde la nanotecnología hasta la antimateria pasando por los agroglifos y los ambigramas; la información es tan abundante que cuesta trabajo integrarla al conocimiento, aun cuando sin éste sea más difícil tratar de entender lo que pasa en nuestro mundo. Las cosas cambian a una velocidad mayor de la que uno se imagina, no es posible permanecer estático. Todo cambia, baste recordar los abrumadores cambios que se dan a partir de la 2a. mitad del siglo XX; no es posible mirar hacia delante por el espejo retrovisor. Se acabó la Inquisición con el oscurantismo medieval, así como los sistemas totalitarios donde se ponía como pretexto que el poder corrompía a las buenas personas. De acuerdo con el hindú Osho, la corrupción ya se encierra dentro de las mentes reprimidas de las personas supuestamente buenas, y el poder, en sí mismo, es indiferente.
2005-05-21 | 9,433 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 33 Núm.2. Abril-Junio 2005 Pags. 40-41 Rev Mex Angiol 2005; 33(2)