Prólogo

Fragmento

Bien cabe abrir esta publicación con una nota teñida de historia cuando han pasado más de cien años desde que el campo de la terapéutica del dolor y la inflamación fuera abordado y después invadido por fármacos que setenta años después de su inicio fueron denominados antiinflamatorios no esteroides e identificados con el acrónimo AINE para diferenciarlos de los glucocorticoides introducidos como antiinflamatorios en 1948. Hasta el fin del decenio 1950, no hubo más AINE que el ácido acetilsalicílico -la aspirina- y la pirazolona con sus respectivos derivados, los salicilatos y los pirazólicos. Tocó a la indometacina abrir, en el decenio 1960 una puerta al desarrollo de AINE de estructura química diferente, que fue seguida por otros muchos, de todos conocidos y arraigados en la terapéutica sintomática de la inflamación y el dolor. El conjunto de cambios introducidos es un hito que como tal merece mencionarse. Dos decenios después, estaba plenamente reconocido el lugar de lo que ya era la familia AINE. Con sus cualidades farmacológicas y terapéuticas. ¿Cuáles eran los logros de los AINE en ese campo terapéutico? Se vencieron algunas limitaciones previamente existentes puesto que la medicación sintomática para dolor y así, pudo emplearse en todos los grupos de edad; a corto, mediano y largo plazo; al contar con diversas opciones, se obtuvieron la respuesta y la tolerancia adaptadas individualmente; se facilitó la posología; y se redujeron las interacciones medicamentosas.

Palabras clave: Tratamiento del dolor inflamción ácido acetilsalicílico AINE.

2002-12-19   |   676 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 64 Núm.1. Julio-Septiembre 2001 Pags. S5-S6. Rev Med Hosp Gen Mex 2001; Supl(1)