Fragmento

Hasta hace unos años el estudio de la patología del intestino delgado se realizaba a través de métodos no invasivos de visión indirecta (tránsito intestinal, tomografía computarizada, resonancia nuclear magnética, gammagrafía), métodos invasivos de visión directa que exploraban parte del intestino delgado (enteroscopia por pulsión) o métodos invasivos de visión directa que exploraban la totalidad del intestino delgado (enteroscopia intraoperatoria). Sin embargo, carecíamos de un método no invasivo, de visión directa, capaz de explorar la totalidad de la mucosa del intestino delgado. Ese método de nacimiento reciente es la capsuloendoscopia.1 Desde sus inicios se ha empleado en diversas indicaciones,2 siendo la fundamental la hemorragia digestiva de origen oscuro.3 No obstante, su uso creciente ha permitido comprobar su utilidad en otras patologías como la sospecha clínico-analítica de enfermedad de Crohn, tomadores crónicos de antiinflamatorios no esteroideos, diarrea crónica, síndromes de poliposis o determinación de tumores intestinales. Su rendimiento diagnóstico se ha mostrado superior al de otras técnicas anteriormente mencionadas (tránsito intestinal, tomografía computarizada o enteroscopia por pulsión). Su perfil de seguridad es amplio, sus contraindicaciones parecen limitarse exclusivamente a pacientes con estenosis intestinal y sus principales limitaciones estriban en su no direccionalidad, la imposibilidad de tomar biopsias y, principalmente, su incapacidad para realizar terapéutica.

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2005-07-12   |   3,337 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 70 Núm.2. Abril-Junio 2005 Pags. 223-224 Rev Gastroenterol Mex 2005; 70(2)