Autor: Gómez Santos Federico
No sé si dar al hecho de prescribir drogas sin necesidad el nombre de vicio profesional o aplicarle alguna denominación más cruda, pues aunque el acto en sí parece inofensivo, en realidad es revelador de una de las lacras que más enérgicamente debemos combatir. Vicio es éste de muchos médicos, y que la inmensa mayoría de los clientes fomenta e incita en su ignorancia; y si es amoral prescribir sin necesidad tratándose de adultos, tratándose de niños, esta amoralidad crece enormemente: la exquisita sensibilidad de los órganos del niño especialmente de los del tubo digestivo, lo colocan en un margen de tolerancia para las drogas que a veces es estrechísimo; nos encontramos con frecuencia con resistentes intolerancias aun para los medicamentos químicamente más simples, y con mucha frecuencia nos encontramos conque el estómago de un niño, fue profundamente lesionado en su quimismo gástrico acabando con su capacidad digestiva y disminuyéndola de manera notable tan sólo por haber administrado una droga x o n, que nos vimos en la imperiosa necesidad de administrar.
Palabras clave: Vicio profesional.
2005-08-04 | 971 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 72 Núm.3. Mayo-Junio 2005 Pags. 154-155 Rev Mex Pediatr 2005; 72(3)