La agudización asmática constituye un evento potencialmente letal si no es evaluada y tratada de forma adecuada. La valoración inicial debe encaminarse a confirmar el origen asmático de la crisis, establecer la gravedad e identificar a los pacientes de alto riesgo de asma letal. Deben examinarse en primer lugar los síntomas y signos que indiquen extrema gravedad o riesgo vital, y que obligan a contactar con las unidades de cuidados intensivos ante la posibilidad de intubación y ventilación mecánica: disminución del nivel de conciencia, obnubilación, coma; bradicardia, disrritmia cardiaca, hipotensión; cianosis; tórax silente en la auscultación respiratoria. El siguiente paso en la valoración es la medición objetiva del grado de obstrucción y las alteraciones del intercambio gaseoso mediante la determinación del PEF o del FEV1 y la pulso oximetría. Aunque otros aspectos de la crisis recogidos en la exploración de ananmesis inicial son importantes, sólo los criterios objetivos han mostrado un valor pronóstico significativo (evidencia B). La medición de PEF se expresa en datos absolutos o referidos al mejor valor personal previo. De acuerdo con la medición del PEF o del FEV1, se considerarán los siguientes límites (evidencia D): Leve: >70% o >300 L/min. Moderada: 50-70% o 150-300 L/min. Grave: 30-50% o <150 L/min. Muy grave: <33%.
Palabras clave: Agudización asmática asma letal unidades de cuidados intensivos.
2005-08-09 | 6,579 visitas | 3 valoraciones
Vol. 1 Núm.2. Enero-Marzo 2005 Pags. 17-18 Bol Infor Urgen 2005; 1(2)