Autores: Castillo Peñaloza Rodrigo Luis, Huerta Bustamante Patricio Andrés, Carrasco Loza Rodrigo Andrés, Ramón Rodrigo
El estrés oxidativo describe un estado de daño causado por las especies reactivas de oxígeno (EROs). Estas representan un tipo de moléculas que derivan del metabolismo del oxígeno y existen en todos los organismos aeróbicos. La mayoría son de origen endógeno y son subproductos de reacciones normales y esenciales, como la generación de energía mitocondrial y las reacciones de detoxificación catalizadas por el sistema P450. Entre los factores externos se incluyen las infecciones por bacterias, hongos y virus. Existen mecanismos de defensa contra el daño inducido por EROs. Uno de estos son las enzimas intracelulares: superóxido dismutasa, glutatión peroxidasa y catalasa, que descomponen el radical superóxido en H2O2 y este en H2O y O2. Por otra parte tenemos sistemas no enzimáticos, donde el a tocoferol, una molécula lipídica corta la reacción en cadena iniciada por radicales libres. Otros son los sistemas auxiliares donde destacan la glutatión reductasa y, los antioxidantes extracelulares, donde encontramos la transferrina y deferoxamina entre otros. Con relación al daño renal, existen evidencias experimentales que implican a EROs como mediadores primarios en la patogénesis del daño renal producido por: procesos isquémicos, tóxicos y reacciones antígeno anticuerpo. Las EROs producen lipoperoxidación de las membranas y organelos celulares especialmente en segmentos del túbulo proximal generando daño de la integridad celular y alteración de la capacidad de transporte celular y la producción de energía. Además existe daño microvascular principalmente mediado por citoquinas del tipo proinflamatorias y lesiones morfológicas con alteración de la permeabilidad y la hemodinamia glomerular.
Palabras clave: Radicales libres estrés oxidativo riñón sistemas antioxidantes.
2005-08-20 | 1,694 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 8 Núm.1. Enero 2003 Pags. 43-52 CIMEL 2003; 8(1)