Hemos cruzado el límite temporal del nuevo milenio hace ya algunos años. Es asombroso pensar que hace solo 20 años, en mitad de los ochenta, hablar del nuevo milenio parecía algo lejano y nebuloso que solo podía ser planteado como tema cinematográfico de ciencia-ficción. Hoy vivimos en la realidad de aquello que era parte de la imaginación, en medio de cosas positivas y negativas que por aquel entonces ni siquiera soñábamos: Autopistas informáticas, escasez de agua, internet, colonización de Marte, realidad virtual, calentamiento global, agujeros en la capa de ozono, para mencionar solo algunos. Todas estas cosas han generado que la sociedad cambie no solo desde su enfoque político, religioso y social, sino también desde el punto de la misma formulación de las reglas básicas de convivencia. Las diferencias de género, tan marcadas hasta hace 100 años, han venido diluyéndose poco a poco, generando que casi no existan hoy en día escenarios que escapen a la colonización de la presencia femenina. ¿En la mente de quien cabe hoy en día concebir un proyecto que sea viable hacia el futuro sin la presencia femenina?
2005-08-25 | 1,248 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 8 Núm.2. Agosto 2005 Pags. 58 MedUNAB 2005; 8(2)