Autor: Calzada León Raúl
Era un conversador incansable y extraordinario. No sólo podía establecer diálogos y pláticas siempre interesantes y llenas de contenido, sino que una de sus facultades más singulares era la capacidad de mantener, durante períodos particularmente prolongados, monólogos en los que establecía de manera paulatina, progresiva e irreversible una verdadera comunión con sus escuchas. Por ello quienes tuvieron contacto con él alguna vez en sus vidas seguramente se enriquecieron con sus comentarios; pero quienes tuvimos el honor, el placer y la distinción de conocerlo hemos recibido aportaciones que forman parte integral de nuestro pensamiento, lo que explica por qué a pesar de no poder oír su voz a partir del 22 de marzo de este año, seguimos escuchándolo a diario.
2005-09-30 | 1,188 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 26 Núm.4. Julio-Agosto 2005 Pags. 222-223 Acta Pediatr Méx 2005; 26(4)