Autores: Bernaola Iturbe E, Sierrasesúmaga L
La identificación y aislamiento del Haemophilus influenzae la realizó R. Pfeiffer en 1892 en secreciones pulmonares y faríngeas de personas fallecidas por gripe. Creyendo que se trataba del agente causal de esta enfermedad lo denominó Bacillus influenzae. Treinta años más tarde, se identifica como un germen habitual del tracto respiratorio superior, comprobándose que no era el causante de la gripe al aislarse el virus responsable de esta enfermedad en 1930. Como este germen requería para su crecimiento un medio con factores hemáticos, se rebautizó con el nombre de Haemophilus influenzae. Algunos de estos gérmenes tenían cápsula, identificándose seis tipos diferentes en base a la estructura antigénica de dicha cápsula. El H. influenzae que se encuentra más frecuentemente asociado a enfermedad humana es el tipo b y antisueros animales específicos (caballo y conejo), proporcionan protección frente a la enfermedad invasiva producida por este germen. Se sabe que la presencia de anticuerpos capsulares en suero con poder bactericida evitaba que los niños enfermasen, es decir estos anticuerpos protegen contra la enfermedad. Estudios posteriores han llegado a la conclusión que la gran mayoría de las infecciones en el niño son debidas al H. influenzae b (Hib). Es difícil conocer las cifras de incidencia de esta infección antes de la era vacunal. En España, no es una enfermedad de declaración obligatoria. En Estados Unidos, las cifras en los años ochenta indicaban un número de casos de enfermedad invasiva en torno a los 20.000/año, y causaban alrededor de 1.000 muertes/año. Los datos de Europa meridional indicaban una menor frecuencia de infección por Hib, siendo el segundo patógeno responsable de meningitis bacterianas en menores de 5 años. En EE.UU. y los países del norte de Europa, el Hib constituía la primera causa de meningitis en ese período de edad.
Palabras clave: Vacuna Haemophilus Influenzae B.
2005-10-03 | 799 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 34 Núm.317. Febrero 2004 Pags. 49-56 Ped Rur Ext 2004; 34(317)