Resumen

La mordedura de perro constituye un motivo de consulta relativamente frecuente en los servicios de urgencias (0,5%-1% de las consultas). Se trata de lesiones casi siempre benignas, aunque en ciertas ocasiones revisten cierta gravedad e incluso pueden llegar a provocar la muerte. Nuestra actuación en urgencias irá encaminada a la curación de la herida, previniendo secuelas y complicaciones, y a establecer medidas profilácticas para el tétanos y la rabia, si se requieren. Para ello los pasos a seguir serán: en primer lugar hemos de valorar el estado general del paciente y las características de la herida, con el fin de establecer prioridades en nuestra actuación inmediata. Una vez estabilizada la herida procederemos al lavado activo de la herida con suero fisiológico estéril y antiséptico tópico, tras lo cual aplicaremos anestesia local en la herida para una adecuada exploración y limpieza quirúrgica. El cierre quirúrgico será primario, primario diferido o secundario según el riesgo de infección existente. Finalmente debemos valorar la necesidad del inicio de medidas profilácticas antirrábica y antitetánica, e iniciar antibioticoterapia profiláctica si el riesgo de sobreinfección es elevado. Evidentemente, la actuación del pediatra no se debe limitar al tratamiento de este tipo de lesiones, sino que se debe iniciar con el fomento de medidas preventivas entre sus pacientes.

Palabras clave: Mordedura de perro profilaxis antirrábica profilaxis antitetánica.

2005-10-03   |   3,519 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 34 Núm.319. Abril 2004 Pags. 171-175 Ped Rur Ext 2004; 34(319)