Autores: González Guerra E, Guerra Tapia Aurora
Aunque el sol emite prácticamente todo el espectro electromagnético, desde un punto de vista clínico y fotobiológico la radiación de importancia para la piel es la ultravioleta (UV). La dosis de irradiación recibida depende de la latitud, altura sobre el nivel del mar, época del año, presencia de nubes o partículas en suspensión, espesor de la capa de ozono, a la que hay que sumar la radiación emitida por superficies reflectantes como la nieve, la hierba, la arena o el agua del mar. La diferente susceptibilidad para sufrir quemaduras solares es el fundamento de los fototipos cutáneos. El factor de protección a utilizar es variable en función del fototipo del individuo, del lugar en que se encuentre y la actividad que esté manteniendo. Los niños y los adolescentes reciben tres veces más radiación solar anual que los adultos. Por ello, la información sobre fotoprotección debe iniciarse en la infancia, y el pediatra juega un importante papel en estas medidas preventivas.
Palabras clave: Radiación ultravioleta sol infancia fotoprotección.
2005-10-03 | 811 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 34 Núm.319. Abril 2004 Pags. 179-183 Ped Rur Ext 2004; 34(319)