Autor: Landa Ortiz Víctor
El presente artículo hace una revisión del asma inducida por ejercicio. Se mencionan los antecedentes del padecimiento, la definición, aspectos de la fisiopatología, cuadro clínico, prevención, tratamiento y su relación con el deporte y el ejercicio. El asma inducida por ejercicio ocurre en el 70 a 80% de los pacientes asmáticos y en un 10 a 15% de las personas sin asma. Se caracteriza por la obstrucción transitoria de las vías aéreas 5 a 15 minutos después de haber concluido el ejercicio. Los síntomas pueden incluir disnea, tos, sibilancias, dolor u opresión torácica. Los mecanismos propuestos para el broncoespasmo incluyen: resequedad de la mucosa e incremento en la osmolaridad estimulando la degranulación de los mastocitos, así como un rápido recalentamiento de las vías aéreas después del ejercicio que causa congestión vascular, permeabilidad aumentada y edema que conduce a la obstrucción. La medición de la función pulmonar es necesaria para hacer el diagnóstico específico. El tratamiento está dirigido hacia la prevención y/o la modificación de la severidad del broncoespasmo y puede ser categorizado en medidas no farmacológicas y medidas farmacológicas que incluyen principalmente agonistas beta adrenégicos inhalados y la cromolina sódica como opciones iniciales. No hay impedimento alguno para que los individuos asmáticos practiquen deporte y/o actividad física, con un asesoramiento médico y educativo físico.
Palabras clave: Deporte asma ejercicio.
2005-10-05 | 2,671 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 4 Núm.1. Enero-Junio 2004 Pags. 17-25 Rev Méd UV 2004; 4(1)