De la electricidad animal, la pila y los controles a la investigación

Autor: Múnera Galarza Francisco Alejandro

Fragmento

Cada vez que un médico de urgencias usa un desfibrilador durante las maniobras de resucitación de un paciente en paro cardiorrespiratorio se aplican, sabiéndolo o no, los resultados de investigaciones sobre “el movimiento muscular de la rana” realizadas hace más de dos siglos por un avispado y excéntrico profesor de anatomía de la Universidad de Bolonia: Luigi Galvani. Su interpretación de estos resultados con base en una supuesta “electricidad animal” suscitó el desacuerdo de un profesor de física de la Universidad de Pavía: Alessandro Volta. El profesor Volta se dedicó entonces a hacer experimentos destinados a demostrar que los tejidos animales no eran necesarios para la conducción de la electricidad, y estos experimentos le condujeron a desarrollar la pila eléctrica, la misma que suministra hoy la energía para que funcionen los marcapasos, los electroestimuladores y un sinfín de ingenios electrónicos comunes en la práctica médica de nuestros días. Ni el desfibrilador, ni el marcapasos, ni los monitores, ni los ordenadores de bolsillo estaban dentro de los planes, ni aparecían en el más febril de los sueños de estos dos monstruos; sin embargo, no serían posibles sin sus aportes.

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2005-11-14   |   2,061 visitas   |   6 valoraciones

Vol. 53 Núm.2. Abril-Junio 2005 Pags. 55-56 Rev Fac Med Univ Nac Colomb 2005; 53(2)