Retrospectiva del análisis de orina. II.

Fragmento

A veces se puede tener duda acerca de la presencia de la sangre en la orina. El examen microscópico o el análisis químico permitirá siempre establecer el diagnóstico: 1. Se trata la orina que se va a examinar con algunas gotas de una solución de potasio; se calienta a 100°C y se deja enfriar. Los fosfatos se precipitan arrastrando consigo la materia colorante de la sangre en forma de copos de color rojo sangre o rojo oscuro con un reflejo verdoso (por reflexión). 2. A la orina alcalinizada por un poco de amoniaco o de potasio se le añade una pequeña cantidad de tanino y luego un poco de ácido acético, justo hasta la reacción ácida neta. Cuando la orina se mezcla con la sangre se produce un depósito de tinte hemático (contiene sangre). Los depósitos obtenidos en las dos reacciones precedentes pueden ser usados para la observación de cristales característicos de hematina. Se puede igualmente constatar la presencia de sangre con la ayuda del análisis espectral. La hemoglobina se reconoce por dos bandas de absorción situadas entre las líneas D y E de Fraunhofer, y la metamoglobina (envenenamientos con hidrógeno, fósforo y arsénico, clorato de potasio) por una línea única situada entre las líneas C y D.

Palabras clave:

2005-11-24   |   2,002 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 17 Núm.2. Abril-Junio 2005 Pags. 63-64 Lab acta 2005; 17(2)