Autores: Fernández-Brito Rodríguez José Emilio, Barriuso Andino Aurora, Chiang Salgado María Teresa, Pereira Abel, Toros Xavier Hermes, Castillo Herrera José Arcides, Bosch Salado Celia, et al
La aterosclerosis es la primera causa de muerte, de morbilidad en ingresados hospitalarios, de invalidez e incapacidad y de pérdida de la calidad de vida, en todos aquellos países donde las infecciones no ocupan este lugar preponderante. Puede afirmarse que comienza a desarrollarse desde la concepción del nuevo ser, cuando tanto el espermatozoide como el óvulo le aportan su carga genética, la cual acompaña al hombre hasta su muerte, sea o no responsable de esta. Es una enfermedad que durante muchos años transcurre sin manifestaciones clínicas evidentes y en ocasiones su primer síntoma es una de las grandes crisis ateroscleróticas, como puede ser la muerte súbita, el infarto de miocardio, un infarto o hemorragia cerebral, un aneurisma aterosclerótico roto u otra grave afección dependiente de esta. Es de origen multifactorial con gran dependencia genética, familiar y susceptible de agravarse según el estilo de vida y la influencia que el medio ambiente ejerza sobre el paciente. Independiente de su etiología y patogenia, sus manifestaciones patomorfológicas, macroscópicas y microscópicas son siempre similares. En este artículo se resumen los resultados de 5 investigaciones, 4 realizadas en niños y adolescentes vivos de las 4 ciudades y países siguientes: ciudad de La Habana, Cuba; ciudad de Concepción, Chile; ciudad Itapetininga, Brasil; y ciudad de Panamá, Panamá; durante los años 2000 al 2004, donde se investigaron las posibles señales aterogénicas tempranas (SAT).
Palabras clave: Aterosclerosis desarrollo muerte súbita hemorragia cerebral.
2005-11-28 | 2,164 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 24 Núm.3. Julio-Septiembre 2005 Pags. Rev Cubana Invest Biomed 2005; 24(3)