Funcionamiento psicosocial de pacientes esquizofrénicos de acuerdo con su consumo de alcohol

Autores: Villamil Salcedo Valerio, Valencia C Marcelo, Díaz Martínez Leonila Rosa, Medina-Mora Icaza María Elena, Juárez García Francisco

Resumen

Antecedentes: La esquizofrenia afecta a 1-1.5% de la población mundial; en México, se ha calculado que, en 2000, existían de 619,550 a 1’239,101 (1-2%) sujetos con esquizofrenia. Las características principales de la esquizofrenia son los síntomas positivos y negativos que guardan estrecha relación con el deterioro del funcionamiento psicosocial. Por otro lado, el consumo de sustancias adictivas en la población psiquiátrica va de 25% a 80%, siendo el alcohol una de las sustancias de mayor abuso. El consumo de dicha sustancia está muy relacionado con un deficiente funcionamiento psicosocial; si al consumo de alcohol se asocia la esquizofrenia, la funcionalidad psicosocial estará más alterada. En los últimos años se ha comprobado que la reincorporación temprana de los sujetos esquizofrénicos a su medio social y familiar provoca menor deterioro del funcionamiento psicosocial. Este funcionamiento consiste en evaluar los roles que desempeña el paciente, así como las habilidades para desenvolverse en su medio familiar, social y laboral. En tal sentido, el funcionamiento psicosocial se define como la capacidad de cada sujeto para adaptarse, funcionar, desenvolverse e interactuar en el ámbito social y personal. Objetivo: Conocer la relación que existe entre el funcionamiento psicosocial de los pacientes esquizofrénicos de acuerdo con su consumo de alcohol y la severidad de la esquizofrenia. Metodología: Se seleccionó a 80 sujetos esquizofrénicos a quienes se les aplicaron, en una sola ocasión, la Escala de Funcionamiento Psicosocial (EFPS), la Cédula Diagnóstica Internacional Compuesta (CIDI), la Escala de Síntomas Positivos y Negativos (PANSS) y la Prueba de Identificación de Trastornos Derivados del Consumo de Alcohol (AUDIT). Para el análisis estadístico, se utilizaron la Chi cuadrada, la U de Mann-Whitney, la prueba t, la Kruskal-Wallis y el ANOVA de una vía. Resultados: El 71% de los sujetos fueron varones y 29% mujeres; 87% eran solteros, y 70% desempleados o subempleados. En 87% de los sujetos la esquizofrenia se inició entre los 12 y 30 años (promedio = 23 años; DE = 6.36), y 94% inició el consumo de alcohol en este mismo grupo de edad (promedio = 20 años; DE = 4.98). El 76% de los sujetos tenía menos de 10 años de evolución con esquizofrenia. Al comparar el consumo de alcohol según el AUDIT con el funcionamiento psicosocial, las áreas más alteradas fueron la social y la familiar, con resultados estadísticamente significativos. En cuanto al tiempo de evolución de la esquizofrenia y el funcionamiento psicosocial, el grupo con menos satisfacción en su funcionamiento fue el de 16-20 años. La severidad de la esquizofrenia no mostró una significancia estadística al compararla con el tipo de consumo de alcohol. Conclusión: Los resultados de esta investigación se relacionan con muchos estudios nacionales e internacionales respecto a la edad de inicio, el sexo, la escolaridad y el estado civil de los pacientes con esquizofrenia. Por otro lado, se ha visto que el inicio del consumo de alcohol es a una edad cada vez más temprana y que los hombres son los principales consumidores. Esta relación ha llevado a pensar a muchos investigadores que el inicio de la esquizofrenia está altamente asociado con el inicio del consumo de alcohol. En esta investigación no se pudo comprobar tal hipótesis por el número reducido de sujetos en la muestra; lo que sí es claro es que existe una alta comorbilidad entre esquizofrenia y consumo de alcohol, que se traduce en un mayor deterioro del funcionamiento psicosocial. Dentro de los instrumentos utilizados, el AUDIT es un excelente instrumento de tamizaje para detectar sujetos en riesgo de volverse alcohólicos. Por ello se sugiere su uso tanto en hospitales de primer nivel como de tercero. Finalmente, existe suficiente evidencia de que la esquizofrenia asociada con el alcohol produce un efecto acumulado para el deterioro del funcionamiento psicosocial, por lo que se sugiere a los clínicos investigar más el fenómeno de la comorbilidad esquizofrenia-alcohol y su relación con el funcionamiento psicosocial, para de esta manera plantear programas adecuados de prevención, tratamiento y rehabilitación de la población esquizofrénica.

Palabras clave: Esquizofrenia funcionamiento psicosocial consumo de alcohol CIDI AUDIT.

2005-12-01   |   2,133 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 28 Núm.4. Agosto 2005 Pags. 40-48 Salud Ment 2005; 28(4)