Antecedentes: De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el envejecimiento de la población es uno de los principales retos en salud pública a escala mundial, sobre todo por los costos catastróficos de su tratamiento y rehabilitación. Para ser capaces de establecer el diagnóstico y los esquemas preventivos y terapéuticos más apropiados, en cualquier problema médico es ampliamente reconocida la importancia de comprender los mecanismos fisiopatológicos subyacentes, no sólo para alcanzar el éxito deseado, sino también para evitar los efectos indeseables de las complicaciones, que en el caso del envejecimiento son las enfermedades cronicodegenerativas. Objetivo: Determinar el estado actual del conocimiento sobre la participación de la dehidroepiandrosterona (DHEA) en el proceso de envejecimiento, incluyendo desde el punto de vista diagnóstico hasta el preventivo y el terapéutico. Método: Revisión de la literatura nacional e internacional más relevante de la última década. Resultados: La dehidroepiandrosterona (DHEA), hormona derivada del colesterol, es el esteroide más abundantemente sintetizado, difundido y secretado en la porción cortical de las glándulas suprarrenales. Su síntesis, además de efectuarse en estas glándulas, se lleva a cabo en diversos órganos que incluyen las gónadas y el cerebro. Forma parte de un paso intermedio en el metabolismo de los esteroides sexuales adrenales. La cuantificación de los niveles circulantes de DHEA-S son utilizados actualmente para el diagnóstico de síndrome de Cushing, hiperplasia adrenal congénita y de tumores suprarrenales, además de síndromes de virilización, hirsutismo y síndrome de ovarios poliquísticos, así como trastornos afectivos. Una aplicación novedosa es la de utilizarla como marcador biológico de envejecimiento (MBE), sobre todo a partir de los 40 años; por lo que se sugiere que en la interpretación de los resultados se considere la edad, el sexo y la década de vida y se compare con los límites de referencia preestablecidos en forma cronobiológica. Conclusiones: A ciencia cierta aún existen muchas dudas sobre la DHEA. Si bien es cierto que puede estar jugando un importante rol en el proceso de envejecimiento, es difícil asegurar que su suplementación nutricional a dosis bajas o su administración farmacológica en dosis altas tendrá un efecto positivo sobre la longevidad, la cual depende no sólo de los niveles de una hormona, sino del equilibrio bio-psico-social y de la homeostasis de complejos sistemas psico-neuro-inmuno-endocrinos del eje límbico-hipotálamo-hipófisis-adrenal que apenas empezamos a comprender. Aunque en la actualidad se utiliza DHEA de manera bastante extensiva como un suplemento nutricional antienvejecimiento, a la fecha no existe todavía un estudio científico multicéntrico prospectivo sólido que demuestre cabalmente su capacidad de extender la longevidad humana.
Palabras clave: Cronobiología dehidroepiandrosterona somatopausia adrenopausia andropausia menopausia marcadores biológicos de envejecimiento terapia de reemplazo hormonal psico-neuro-inmuno-endocrino eje límbico-hipotálamo-hipófisis-adrenal.
2005-12-13 | 785 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 52 Núm.4. Octubre-Diciembre 2005 Pags. 210-221 Rev Mex Patol Clin 2005; 52(4)