Es frecuente escuchar o leer comentarios acerca de los efectos indeseables para la nutrición que ocasionan alimentos calificados como "chatarra". Sin embargo, a pesar de que la generalidad de la población sabe las consecuencias a que conduce el consumo excesivo de estos alimentos, que proveen energía y escasa cantidad de otros nutrimentos, el poseer esta información no se ha traducido en cambios de conducta que moderen el consumo que de ellos hacen niños y adultos; aún más, pareciera que al degustarlos de manera compulsiva hubiesen desarrollado cierta adicción: es como si las estrategias de la mercadotecnia que impulsan la venta de estos productos hubiesen ganado el desafío del reto publicitario que pregona: ¡A que no puedes comer sólo una! Sin pretender satanizar estos alimentos, es pertinente aclarar si son "chatarra" alimenticia y si contribuyen a la condición nutricia de quienes los consumen. La palabra alimento, en el contexto de la nutrición, hace referencia a "cualquier sustancia (o conjunto de ellas)" que sustenta(n) la vida de los seres biológicos. De acuerdo con ésta, si los alimentos contienen sustancias indispensables para la vida es incorrecto calificarlos como "chatarra" -que en lengua vasca significa "lo viejo" y en el idioma español hace referencia a la "escoria que deja el mineral de hierro"-. Muchos de éstos han sido desarrollados por tecnólogos de alimentos, pensando en atrapar el interés hedónico de los consumidores para que al degustarlos, lo hagan de manera compulsiva.
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2002-12-21 | 2,599 visitas | 2 valoraciones
Vol. 69 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2002 Pags. 219-220. Rev Mex Pediatr 2002; 69(6)