Autores: Cortés Jorge Alberto, Cardona Zorrilla Andrés Felipe, Ricardo Garzón Javier, Burgos Erick, Abenoza Lina María, Ramos Pedro Luis
Introducción: La nefrostomía percutánea es una técnica bien establecida que permite la rápida resolución de la obstrucción ureteral y la recuperación de la función renal en pacientes con uropatía obstructiva. Sin embargo, su papel en el manejo de la falla renal secundaria a la obstrucción de la vía urinaria por neoplasias abdominales avanzadas es controvertido. Objetivo: Describir las variables demográficas, las complicaciones asociadas a la intervención, el curso de la uropatía obstructiva y varios desenlaces relacionados con la morbilidad y la mortalidad secundarios a la derivación percutánea de la vía urinaria. Materiales y métodos: Se incluyeron 106 casos con cáncer avanzado de cuello uterino y obstrucción ureteral tratada con nefrostomía percutánea. Las pacientes se dividieron en dos grupos; en el A se incluyeron 37 mujeres con cáncer localmente avanzado de cuello uterino, recientemente diagnosticado y sin tratar, y en el grupo B, 69 pacientes con tumores recurrentes en progresión. Resultados: Se incluyeron en el estudio 106 mujeres con edades entre 24 y 75 años (media = 46, 2, DE ± 13,1); 9 tenían cáncer estado IIB de cuello uterino (8,5%); 68, tumores estado IIIB (64%), y 29 (27,5%) se clasificaron en el estado IVA. Ciento dos mujeres recibieron radioterapia pélvica más braquiterapia, y 4 fueron tratadas concomitantemente con quimioterapia más radioterapia. En 90 pacientes se diagnosticó obstrucción urinaria bilateral y en 16 fue unilateral. El 90% de las pacientes tenían pruebas anormales de función renal en el momento de la realización del procedimiento. El 13,2% de las pacientes presentó sangrado después del procedimiento; 26%, alteraciones hidroelectrolíticas; 12%, abscesos intra o perirrenales, y 6%, infección en el sitio de inserción. La mediana de permanencia de las nefrostomías fue de 5,2 y 6,9 meses para los grupos A y B, respectivamente. Durante este tiempo, 53% de los sujetos requirió 1 o más cambios del catéter y se documentaron 147 episodios de infección de vías urinarias (3,12 infecciones por cada 100 días-catéter).Las infecciones recurrentes fueron más frecuentes en las pacientes del grupo B (p = 0,03), en aquéllas con albúmina menor de 2,5 mg/dl (p = 0,011), en las que se había diagnosticado fístula recto o vesicovaginal (p = 0,02) y en las requirieron más de dos cambios de los catéteres (p = 0,05). El 37% (n = 39) de las pacientes murió por sepsis de origen urinario. A partir de la derivación percutánea de la vía urinaria, el promedio de estancia hospitalaria fue de 71días y la mediana de supervivencia fue de 14,9 y de 7,3 meses en los grupos A y B, respectivamente. Después de la realización de la nefrostomía, el promedio de días de hospitalización atribuibles a infección urinaria fue de 20,3 días. Conclusión: En pacientes con enfermedad recurrente en progresión, a pesar de tener un buen estado funcional basal, la derivación percutánea de la vía urinaria no es recomendable debido a la elevada proporción de complicaciones atribuibles, especialmente de origen infeccioso.
Palabras clave: Nefrostomía percutánea efectos adversos derivación urinaria neoplasmas del cuello uterino mortalidad.
2006-02-07 | 8,214 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 9 Núm.3. Julio-Septiembre 2005 Pags. 73-81 Rev Col Cancerol 2005; 9(3)