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La fístula de rectovesical (FRV) es una entidad rara. Las denominadas fístulas rectourinarias adquiridas constituyen una complicación infrecuente de condiciones pélvicas que sigue siendo un problema terapéutico, por lo cual, ni una clasificación extensamente aceptada existe, ni datos a largo plazo de resultados están disponibles. Las fístulas rectourinarias adquiridas se han clasificado como: 1) benignas causadas por enfermedad de Crohn, trauma, sepsis perirectal, o lesión iatrogénica; y 2) secundario malignas-relacionado a neoplasmas, por radiación, por cirugía, o por tumor combinado y a los efectos del tratamiento. Las FRV pueden ocurrir después de los procedimientos extirpativos o ablativos de la próstata para los procesos benignos y malignos. Las características clínicas de FRV incluyen neumaturia, fecaluria, y drenaje urinario por recto. La ubicación de la fístula es detectada por el examen rectal y generalmente se puede identificar en uretrocistoscopia, cistouretrografía o con estudio contrastado de recto. La presencia de aire dentro de la vejiga es patognomónico en ausencia de instrumentación transuretral reciente. El manejo acertado de fístulas rectourinarias requiere típicamente, de terapia re-operativa agresiva con derivación permanente, requerida más a menudo para las fístulas relacionadas a malignidad. Los mejores resultados se pueden anticipar para las fístulas benignas. Para facilitar el cierre espontáneo el manejo incluye a menudo, derivación fecal (colostomía) y derivación urinaria (catéter uretral, cistostomía suprapúbica); no obstante, este abordaje no es completamente acertado y la duración de la derivación requerida es imprecisa. Reportamos nuestra técnica de la reparación laparoscópica de la FRV.

Palabras clave: Fístula de rectovesical (FRV) procedimientos extirpativos uretrocistoscopia cistouretrografía contrastado de recto.

2006-02-22   |   18,567 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 51 Núm.1. Enero-Agosto 2005 Pags. 44-47 Rev Ven Urol 2005; 51(1)