Buscando la evidencia basada en la medicina

Autor: Cuestas Eduardo J

Fragmento

Los médicos trabajan en la práctica diaria sobre dos ejes bioéticos de referencia en la toma de decisiones al lado del paciente: el principio de no-maleficencia y el principio de beneficencia. El equilibrio entre los mismos delimita la capacidad de autonomía profesional del facultativo, pues existen por un lado, mínimos exigibles y por otro, una tendencia que apunta u obliga hacia la excelencia. Tanto es así, que en este contexto, sustentado en el plano individual, el paradigma clínico imperativo podría resumirse en frases como: “la salud no tiene precio” o “hay que hacer todo lo que haga falta”. Sin embargo, en el plano social -e ingresando en un paradigma comunitario y de las preferencias del sujeto- surgen otros principios bioéticos igualmente atendibles, como el principio de autonomía y el principio de justicia. La búsqueda de una práctica médica eficiente no se encuentra necesariamente en la tensión antagónica entre los mencionados paradigmas individual y social, sino en una alternativa superadora que incluya la fuerza potencial de innovación de la medicina moderna y el hecho innegable de que se dispone de recursos escasos para financiarla. Este problema implica que el mal uso de los recursos repercute sobre todo el sistema de salud. La noción más intuitiva para medir el despilfarro es mediante el denominado costo de oportunidad: “el sacrificio de realizar una intervención es aquella otra que se dejará de hacer”. De ahí la importancia de asignar los recursos a las que resulten más efectivas.

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2006-03-01   |   880 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 23 Núm.3. Julio-Septiembre 2005 Pags. 101-104 Exp Médica 2005; 23(3)