Autor: Gonzalo Luis María
La clonación reproductiva humana ha sido desechada universalmente, en cambio, el rechazo no ha sido tan radical en el caso de la clonación terapéutica. Aunque el Parlamento Europeo en sesión plenaria (7-IX-00) se pronunció en contra de esta clonación, y el Consejo Pontificio para la Familia declaró (12-XII-00) que “todo embrión humano tiene que ser considerado como persona humana”, algunos países, como Inglaterra, la permiten. Los argumentos a favor se apoyan en el aspecto humanitario de la clonación terapéutica: no se trata de producir clones para satisfacer el deseo egoísta de un padre o de una madre que quieren tener un hijo con su misma constitución corporal. Se pretende un fin humanitario: obtener células y tejidos que puedan ser transplantados a un paciente que, de otra forma, moriria en un plazo breve de tiempo. Vistas así las cosas, puede parecer inhumano oponerse a la clonación terapéutica. Pero no se pueden decir verdades a medias. Junto al aspecto humanitario habría que decir también, que la clonación terapéutica supone el sacrificio de vidas humanas, que en la actualidad hay otros procedimientos que la sustituyen con ventajas y, por último, que aprobar la clonación terapéutica abriría la puerta a la utilización de “los embriones sobrantes de la fecundación in vitro” para la investigación.
2006-04-05 | 2,882 visitas | 3 valoraciones
Vol. 97 Núm.4. Octubre-Diciembre 2000 Pags. 95 Gac Med Bilbao 2000; 97(4)