Fragmento

1. Dolor y culpa Se hace duelo por lo perdido. Y en el mundo humano una persona o un objeto cobra el estatuto de perdido si ha sido una presencia significativa, es decir, si tenía un lugar en el mundo subjetivo. Por tanto, no se hace duelo por aquello que no significa nada. El duelo, entonces, implica que algo falta, algo que encarnaba un valor. Partiendo de esta idea uno podría suponer que cuando se pierde algo significativo el afecto principal y único que acompaña esta pérdida es un profundo dolor. Dolor que se manifiesta como desazón, perdida de interés por el mundo exterior, pérdida de la capacidad de amar, inhibición de la productividad. Sin embargo, nos encontramos que en algunos casos aparece un afecto supremamente molesto e incomodo que parece complicar el duelo. Y este afecto es el sentimiento de culpa.

Palabras clave:

2006-04-12   |   2,131 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 14 Núm.1. Febrero 2001 Pags. IATREIA 2001; 14(Sup. 1)