Autor: Andrade Marcano David
La liberación intencional de agentes biológicos y químicos se encuentra entre las muchas emergencias o desastres a los cuales deben responder las autoridades de Salud Pública eventualmente. Las Naciones Unidas, casi desde su inicio han hecho la distinción entre armas convencionales y armas de destrucción masiva. La principal preocupación estaba en sus consecuencias, a saber, su potencial para causar devastación, muerte y enfermedad a las sociedades humanas en una escala incompatible con su supervivencia. En tiempos recientes, debido a la globalización y los avances de la tecnología las armas químicas y biológicas se han desplazado del extremo de su riesgo insignificante del espectro hacia la destrucción masiva. A lo largo de todo el mundo la infraestructura de salud pública se emplea prioritariamente para enfrentar los peligros naturales para la salud. La amenaza adicional que representa para la salud pública de un país una enfermedad causada por armas biológicas o químicas constituiría sólo una ligera carga adicional a la ya existente. Sin embargo, una emergencia de este tipo también podría ser de tal magnitud que excediera la capacidad del sistema de salud para enfrentarla y convertirse en un desastre.
2006-04-18 | 1,548 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.2. Abril-Junio 2004 Pags. 33-35 Acta Cient Estud 2004; 2(2)