Gestión y clínica, algo más que gestión clínica

Autor: Gérvas Juan

Fragmento

Introducción Precisamos una estrecha cooperación entre políticos, gestores y médicos, si aceptamos que lo importante en un sistema sanitario es dar respuesta a la morbilidad y mortalidad innecesariamente prematura y sanitariamente evitable (MIPSE), y al sufrimiento consiguiente. Para ello es importante mejorar la coordinación entre los niveles del sistema sanitario (primaria y especializada) y la coordinación con otros sectores relacionados (educación, justicia, servicios sociales, entre otros). Y ello implica mejorar la eficiencia del sistema sanitario y aumentar el gasto en salud. ¿Podríamos conseguirlo?. El gasto sanitario público español, ajustado por la inflación, ha aumentado a un ritmo anual del 5,25% desde 1970 a 2001, mientras que, en paralelo, el Producto Interno Bruto (PIB) creció a un ritmo del 2,5%. Los cambios demográficos, incluyendo el llamativo envejecimiento de la población española, sólo justifican menos de una tercera parte del crecimiento del gasto. La principal causa de incremento del gasto sanitario ha sido el crecimiento de la intensidad de la utilización de recursos por persona (prestación real por persona); es decir, el aumento de procedimientos preventivos y curativos (diagnósticos y terapéuticos) para todas las edades y problemas de salud. Este aumento es muchas veces consecuencia de un encarnizamiento diagnóstico y terapéutico innecesario, que provoca múltiples cascadas, no siempre beneficiosas para el paciente, como se demuestra, por ejemplo, respecto a la hipertensión.

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2006-04-19   |   1,349 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 102 Núm.4. Octubre-Diciembre 2005 Pags. 67-69 Gac Med Bilbao 2005; 102(4)