Autor: Bin Woo Sook
La expresión sintomática ótica originada en los desordenes musculoesqueléticos de cabeza y cuello se sintetiza en varias teorías musculares, neurológicas y ligamentarias que han sido manejadas de manera aislada. En 1920, Monson y Wright relacionaron la posición de la mandíbula y la ATM con la hipoacusia en población adulta e infantil; Goodfriend, en 1933 vinculó síntomas otológicos con la ATM, mientras que en 1934, Costen asoció la sintomatología auricular y craneosinusal con los desórdenes articulares, definiendo así el síndrome que lleva su nombre. Además, fue el primero en describir síntomas óticos en pacientes edéntulos parciales o totales y la contracción muscular refleja de músculos inervados por el trigémino, quinto par craneal en su rama auriculotemporal (V3) como resultado de la irritación por compresión de las ramas sensoriales del nervio auriculotemporal, generando dolor heterotópico proyectado. Las teorías brindan una explicación del tácito nexo embriológico y anatómico por la proximidad entre articulación temporomandibular, el oído y estructuras adyacentes apoyándose en un enfoque neurológico vascular y muscular que conectan la sintomatología articular, muscular y de estructuras asociadas con las manifestaciones otológicas y craneofaciales referidas.
Palabras clave: Desordenes musculoesqueléticos desordenes articulares síntomas óticos.
2006-04-20 | 2,207 visitas | 2 valoraciones
Vol. 2 Núm.16. Noviembre 2005 Pags. 1 Odont Moder 2005; 2(16)