Autor: Yerian Lisa
La inflamación ejerce esta acción protectora mediante dilución, destrucción o neutralización de los agentes nocivos, sean microorganismos o toxinas. Posteriormente se inicia la sucesión de acontecimientos que llevarán a la cicatrización y reconstrucción del tejido dañado, o a la muerte hística. Así pues, esta acción está íntimamente relacionada con la presencia o ausencia de los procesos de reparación en los cuales se sustituyen los tejidos dañados por la regeneración de las células parenquimatosas o el relleno de cualquier defecto residual con tejido cicatricial fibroso. Aunque es bien sabido que la inflamación ayuda a eliminar las infecciones y que junto con la reparación, hace posible la cicatrización de las heridas, ambos procesos tienen un potencial dañino considerable. Por ejemplo, las reacciones inflamatorias son la base de la respuesta anafiláctica a fármacos o picaduras de insectos, así como de determinadas enfermedades crónicas, como la artritis reumatoide y la aterosclerosis.
Palabras clave: Inflamación agentes nocivos muerte mística células parenquimatosas.
2006-04-20 | 7,666 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.16. Noviembre 2005 Pags. 3 Odont Moder 2005; 2(16)