Alergia ocular

Autor: García Avilés C

Fragmento

Introducción La alergia ocular es un motivo frecuente de consulta a alergólogos, pediatras y oftalmólogos. Conocer mejor esta patología así como los mecanismos inmunológicos implicados nos pueden conducir a un mejor control de esta enfermedad. El ojo constituye una zona frecuente de inflamación en respuesta a reacciones alérgicas locales y/o sistémicas, ya que los alergenos pueden llegar a la conjuntiva por vía aérea, por contacto o por vía sanguínea. La inflamación ocular resultante de las respuestas inmunes es intensa debido a la gran vascularización y a la sensibilidad de los vasos de la conjuntiva, membrana mucosa transparente que recubre la parte anterior de la esclerótica (conjuntiva bulbar) y la superficie interna de ambos párpados (conjuntiva tarsal). La conjuntiva es la estructura de la superficie ocular que con más frecuencia se afecta en la alergia ocular, aunque también pueden afectarse otras partes como la córnea, el limbo, los párpados, etc. La importancia de la alergia ocular se debe sobre todo a su elevada frecuencia en la población general, más que a su gravedad. Actualmente, se considera que en los países desarrollados la prevalencia está en torno al 20-25% existiendo un predominio en las zonas urbanas frente a las rurales. También existe una distribución geográfica, ya que en Europa por ejemplo son frecuentes las formas leves, mientras que las formas graves y amenazantes para la visión son muy raras. Cada una de las distintas afecciones de la alergia ocular presenta una prevalencia diferente, dependiendo de diversos factores como la etnia del niño o la zona en donde habiten. Por otro lado es sabido que como cualquier otra enfermedad alérgica, la alergia ocular presenta un fuerte componente hereditario.

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2006-05-19   |   854 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 36 Núm.336. Enero 2006 Pags. 7-17 Ped Rur Ext 2006; 36(336)