Autores: Olguín Sonia, Lamoyi Edmundo
De acuerdo con el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, las aves infectadas expulsan el virus de la influenza en su saliva, en las secreciones nasales y en las heces. Las aves susceptibles se infectan cuando tienen contacto con las excreciones de aves infectadas o con superficies contaminadas con excreciones. Se cree que la mayoría de los casos de infecciones de gripe aviar en humanos han ocurrido de igual manera. La OMS considera que es posible adoptar varias medidas para intentar reducir al mínimo los riesgos para la salud pública mundial que puedan derivarse de un gran brote de gripe aviar por la cepa H5N1, altamente patógena. Una prioridad inmediata es detener la propagación de la epidemia en las poblaciones de aves de corral, estrategia que reduce las oportunidades de exposición humana al virus. La vacunación de las personas con alto riesgo de exposición a las aves infectadas, usando las vacunas más eficaces existentes contra las cepas circulantes de la gripe humana, permite reducir la probabilidad de coinfección y reducir también el riesgo de que se produzca un intercambio de genes. Los trabajadores que participan en la matanza de aves de corral infectadas, deben protegerse debidamente contra la infección, empleando la ropa y el equipo adecuados. Estos trabajadores deben recibir asimismo medicamentos antivirales como medida profiláctica.
2006-05-26 | 530 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 49 Núm.1. Enero-Febrero 2006 Pags. 5 Rev Fac Med UNAM 2006; 49(1)