Nota del editor

Completo

Olvidado en las páginas del vol. 2 de esta Revista, de 1932, encontré dos fragmentos literarios del Maestro Federico Gómez; ambos muestran la sensibilidad poética de uno de los forjadores de la Pediatría Mexicana: hoy casi olvidado por los jóvenes pediatras contemporáneos. Como muestra de su prosa, en los primeros dos números de este año aparecerán en forma consecutiva estas pequeñas piezas literarias. Espero que su lectura estimule el interés por cultivar su espíritu al explorar intereses ajenos a la práctica de la medicina. El Editor NO ME DA MIEDO EL BOSQUE No me da miedo el bosque cuando te voy a ver, Mirka de los cabellos lacios. Tus ojos grandes, negros como la noche en que el viento ruge enfurecido, me dan valor y el bosque no me da miedo cuando te voy a ver. Mirka de mis sueños intranquilos, Mirka de las manos como bruma, Mirka de los cabellos lacios, el bosque no me da miedo cuando te voy a ver. Mis amigos no saben lo que tú eres, por eso me dicen: no cruces el bosque por las noches; témelo; andan los carniceros y chacales y la selva es oscura y traicionera. Si la noche está tranquila, el bosque no me da miedo; si hay viento y nieve y las ramas se desgajan con su peso, el bosque no me da miedo: si grita el lobo hambriento en mi alrededor, el bosque no me da miedo; pero si presiento que tu serás fría a mi llegada, tiemblo como un niño al pasar el bosque solitario; nunca más que entonces me da miedo pasar el bosque cuando te voy a ver, Mirka de los cabellos lacios. Dr. Federico Gómez

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2006-06-01   |   451 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 73 Núm.1. Enero-Febrero 2006 Pags. 41 Rev Mex Pediatr 2006; 73(1)