La nefrectomía laparoscópica asistida para donante es realizable sin causar daños transitorios al riñón

Autores: Gattorno Federico L, et al

Resumen

La Nefrectomía laparoscópica asistida para el donante (NLA) ha evolucionado y es hoy en día un procedimiento realizable con un margen adecuado de seguridad. Los estudios han mostrado que si la presión intraabdominal es mayor de 15 mmHg o se prolonga el neumoperitoneo, causa trastornos renales transitorios manifestados por una reducción del volumen urinario. (VU). La adecua da administración de líquidos en el intraoperatorio es importante para asegurar al máximo la perfusión renal previa a la extracción del riñón. para esta relativamente nueva técnica, hay una escasez de datos relacionados con el volumen de orina esperado durante el procedimiento, El propósito de este informe es proporcionar un rango de "normales" asociado con unos buenos resultados en el receptor que pueden ser usados como referencias durante los procedimientos y determinar la viabilidad de operar laparoscopicamente con baja presión de insuflación. Método: En 25 pacientes consecutivos sometidos a NLA, la tensión arterial TA), volumen urinario WU), el volumen de líquidos intravenosos infundidos y la respuesta a la administración de diuréticos se registró a intervalos iguales o cuando ocurría un evento importante lo largo del procedimiento y postoperatoriamente. Un caso se convirtió debido a lesión de la arterial renal, y fue excluido. La TA fue supervisada continuamente por una línea arterial. El VU se registró cada 30 min. Estos intervalos y su con la administración de diuréticos; mannitol en 2 dosis de 12.5 g. se dio al comienzo de la disección de la vena renal y la respectivamente. La Furosemida fue administrada cuando el cirujano avisó que la extracción del riñón ocurriría dentro de para aumentar al máximo VU. Resultados: 56ib de los pacientes fueron del sexo femenino; edad media 35 años (18-61); el peso dio; 84 Rj (54-130). La Nefrectomía Izquierda se realizó en 80ib. TA sistólica promedio =120 mmHg, diastólica promedio= 72 mmHg, no se observó ningún cambio al comienzo del neumoperitoneo. La presión media de C02 en los primeros13 pacientes fue 9 mmHg. Toa«S los pacientes subsecuentes se operaron a 8 mmHg. El promedio del total de líquidos administrados en el intraoperatorio fue: 6000 mi; 1/u total promedio: 2300 ml. Un paciente masculino de 60 ll@. desarrolló edema pulmonar agudo después de la extubación habi« recibido 9 litros de líquidos, a pesar de que era supervisado el estado del volumen cardíaco con ultrasonido endoscópico transesofágic«. Antes de a la administración de diuréticos, el VU medio se mantuvo a 2ml /kg/ h. VU promedio después de la primera dosis de fue de 3ml /kg /h. la segunda dosis de mannitol 5ml /kg/h, y después de la furosemide era 7ml /kg/h. Conclusión: NLA se con presiones de C02 tan bajas como 8 mmHg para minimizar los efectos de neumoperitoneo sobre el riñón.

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2006-06-02   |   831 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 45 Núm.2. Julio-Diciembre 1998 Pags. Rev Ven Urol 1998; 45(2)