Autor: Arrieta Lezama Javier
Todos recordamos las aventuras por las que pasó Ulises a la vuelta de la guerra de Troya, pero rara vez nos detenemos a meditar ¿qué rayos se le había perdido a Ulises en Troya? ¿sería que también él estaba colado por Helena? ¿sería cosa de la OTAN y de que Troya también perteneciera al Eje del Mal? Hace ya treinta años, M. Rang describió el “Síndrome de Ulises” (The Ulises Síndrome. CMAJ, 106: 122-123, 1972). En él se reflexionaba sobre el (entonces reciente) uso y abuso de las peticiones analíticas, que en una práctica médica ortodoxa no hubieran debido solicitarse. Los analizadores clínicos automáticos empezaban a implantarse, y algunos suponían que el problema iría en aumento (como efectivamente ha sucedido). Al recibir un resultado anormal, de un parámetro que se solicitó sin una sospecha clínica concreta la respuesta habitual del médico es la solicitud de más exploraciones complementarias, ante la ausencia de clínica orientativa.
2006-06-07 | 697 visitas | 4 valoraciones
Vol. 100 Núm.2. Abril-Junio 2003 Pags. 41-42 Gac Med Bilbao 2003; 100(2)