El mundo del fútbol-espectáculo ha dado origen a una nueva especie de ser humano: el característico fanático adicto a un equipo. En Italia se les llama tiffosi, en Francia supporter, en Brasil torcedor, en Argentina, Uruguay y España hincha; y en México, dentro del término porra, tenemos raras denominaciones, como perra brava. El origen de estos términos refleja la extraña cultura del fútbol. Tomando uno de ellos, la primera vez que se aplicó el término hincha, lo fue en Montevideo a Prudencio Miguel Reyes, talabartero encargado de “hinchar” la pelota de su club preferido, el Nacional de Montevideo al que alentaba con sus gritos durante el partido. Pero ¿qué extraño determinismo hace que los aficionados se conviertan en adicta porra de un equipo y no de otro? Poco importan las verdaderas cualidades o defectos de los distintos cuadros; nunca un balance racional de los mismos es la causa de la elección de un determinado club. La pasión del aficionado tampoco tiene nada que ver con el fair play; la prueba es que nunca el buen juego de un equipo va a ser aplaudido por los partidarios del conjunto contrario.
Palabras clave: Fanático tiffosi supporter torcedor hincha perra brava.
2006-06-08 | 1,522 visitas | 1 valoraciones
Vol. 2 Núm.22. Mayo 2006 Pags. 16-17 Odont Moder 2006; 2(22)