Ortodoncia preventiva:

¿mito o realidad? 

Autor: Sarabia Aguilar Jesús A

Fragmento

Desde la introducción en el lenguaje ortodóncico, en 1936, del término ortodoncia preventiva y posteriormente el de ortodoncia interceptiva, para finalmente completar la tríada en la clasificación para el estudio de la ortodoncia con el de ortodoncia correctiva, puede decirse que los objetivos de las dos primeras no han podido ser alcanzados, ya que las medidas empleadas para disminuir la incidencia de las maloclusiones o nulificar el desarrollo y evolución de las mismas han resultado ineficaces, aun detectadas a temprana edad. Esto no ha sido por falta de metodología, sino por muy diversos factores que impiden la realización de sus objetivos implícitos en sus definiciones, entre los que destacan primordialmente los diagnósticos, genéticos, embriológicos, etiológicos, patológicos y clínicos. Y dentro de este último, el razonamiento de lo que es el diagnóstico, lo que no es el diagnóstico y, sobre todo, la lógica y moral del diagnóstico. La actividad fundamental del cirujano dentista en el ejercicio de su profesión, en cualquier campo de la odontología, es el diagnóstico, ya que sin un conocimiento previo lo más exacto posible de los factores antes mencionados (y en particular en el caso que nos ocupa), no es posible un diagnóstico correcto –menos un pronóstico confiable–, tratamiento acertado, terapéutica eficaz, ni prevención que valga. La prevención es una de las resultantes del diagnóstico y la ortodoncia; basada en los postulados de Angle hace endeble su diagnóstico para este objetivo porque dentro del estrecho corredor de su contenido sólo se refiere a las relaciones de las arcadas dentarias en oclusión, que desembocan en su concepto de oclusión normal, determinada a su vez por su concepción teórica y sin fundamento anatómico, fisiológico y antropológico en la relación correcta de la dirección de los que llamó planos inclinados de los dientes. En realidad ésta sólo fue concebida con la finalidad de facilitar la interpretación mecánica y objetiva de su clasificación de las maloclusiones y los problemas del tratamiento derivados de la posición de los dientes, pero sin considerar la forma, tamaño, volumen, posición, de los maxilares y demás integrantes del aparato masticatorio. Tampoco tomó en cuenta las relaciones e interdependencia que guardan entre sí y con el cráneo a través de la ATM, así como la acción directa e indirecta sobre la posición de los dientes ejercida por la lengua, labios, mejillas, durante las funciones del aparato masticatorio.

Palabras clave:

2006-06-22   |   6,158 visitas   |   2 valoraciones

Vol. 1 Núm.5. Julio 2006 Pags. 8-9 Rev Mex Odon Clín 2006; 1(5)