Los suplementos de betacarotenos parecen disminuir el riesgo de cataratas en pacientes fumadores, mientras no sirven para proteger, ni perjudican al resto de los pacientes, según se demuestra en un estudio realizado entre médicos americanos y publicado en la revista ‘Archives of Ophtalmology’. Se considera que los procesos oxidativos contribuyen al desarrollo de las cataratas que aparecen con la edad, por lo que es interesante conocer si el consumo de antioxidantes puede servir para reducir el riesgo de esta patología. Los estudios en los laboratorios apoyan esta hipótesis puesto que se ha demostrado un retraso en la aparición de cataratas cuando se usan betacarotenos en animales. Este estudio incluyó a 20.968 médicos varones de entre 40 y 84 años, que no presentaban cataratas en el momento del inicio del estudio y que fueron divididos entre un tratamiento con betacarotenos (50 mg en días alternos) o placebo durante 12 años. Al inicio de este estudio los pacientes también habían sido asignados a recibir aspirina o placebo, pero la parte del estudio relacionada con la antiagregación fue suspendida cuando se demostró que la prevención primaria con aspirina reducía significativamente el riesgo de evento coronario. Los pacientes continuaron tomando betacarotenos o placebo una vez suspendida esta parte del estudio. Uno de los objetivos del estudio era valorar la aparición de cataratas relacionadas con la edad y definidas como la opacidad de la lente que condicionaba una reducción de la visión del 20/30 o mayor. No se demostraron diferencias en la incidencia de cataratas en los pacientes que tomaban betacarotenos y en los que tomaban pastillas inocuas (placebo) o en los que necesitaban intervención quirúrgica por cataratas. En los análisis de subgrupos se demostró que entre los fumadores el consumo de betacarotenos sí reducía el riesgo de cataratas en relación con los pacientes que tomaban placebo, mientras que en los no fumadores no había diferencias. Esta reducción también se demostró en la tasa de extracción de cataratas, que fue menor en los fumadores que tomaban antioxidantes, comparados con los fumadores que no tomaban. Parece que el efecto protector de los betacarotenos en el desarrollo de cataratas se limita a los pacientes fumadores, sujetos que tienen un riesgo superior a la población normal de desarrollar cataratas con la edad, pudiendo contrarrestar este exceso de riesgo el consumo de sustancias antioxidantes. Para el resto de la población el consumo de estas sustancias ni beneficia ni perjudica en relación con el desarrollo de cataratas. fuente: www.mundosalud.com
2006-07-11 | 1,685 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.7. Marzo-Abril 2005 Pags. 25 Bol Med UAS 2005; 1(7)