“La ecografía 4D podría suponer un avance importante en el diagnóstico prenatal de las cardiopatías congénitas”, explica el Dr. Juan Luis Alcázar, especialista del departamento de Obstetricia y Ginecología de la Clínica Universitaria de la Universidad de Navarra, con motivo del “IV Curso Internacional sobre Doppler y Ecografía 3D en Obstetricia y Ginecología”, que se celebra en la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra. En el curso participarán alrededor de 150 especialistas españoles y de otros países y tiene como objetivo principal la presentación de la situación actual, las perspectivas de futuro y el empleo de estas técnicas, tanto en Obstetricia como en Ginecología. Una de las novedades que han aparecido recientemente en el estudio ecográfico ha sido la aplicación de la cuarta dimensión; esto es, el movimiento añadido a la reconstrucción tridimensional. Según el Dr. Alcázar, “el desarrollo del sistema STIC, que realiza una correlación espacio-temporal de las imágenes, añade el movimiento a la ecografía 3D. De esto modo, además de obtener una información exclusivamente anatómica evalúa la estructura desde el punto de vista funcional”. Cardiopatía fetal Uno de los grandes avances que presenta esta técnica es su aplicación en el corazón fetal. En concreto, el sistema STIC permite una reconstrucción en 3D del corazón fetal en tiempo real y en movimiento. Este procedimiento cambia el abordaje diagnóstico prenatal de las cardiopatías congénitas. “Constituye uno de los tipos de anomalías congénitas más comunes en el feto, si bien hasta ahora resultan difícil de detectar durante el embarazo. El corazón fetal es un órgano muy pequeño que se mueve muy rápidamente (unas 120 pulsaciones por minuto), por lo que su estudio anatómico es complicado”. El espectro de las cardiopatías fetales es muy amplio, desde lesiones asintomáticas hasta malformaciones incompatibles con la vida, lo que exige una formación especializada. En este sentido, el conocimiento de un cardiopatía fetal puede cambiar la conducta a la hora del parto, como es el hecho de acudir a un centro de referencia que garantice una atención especializada inmediata. “El STIC proporciona una información importante que podrá aumentar la sensibilidad del diagnóstico prenatal de estas patologías. Además de facilitar que el examinador experto y no tan experto detecte más lesiones, este sistema permite refinar el diagnóstico y orientar un tratamiento de forma temprana”, explica el especialista de la Clínica Universitaria. Otra aplicación que está siendo fuente de investigación es la aplicación de este sistema en el estudio del movimiento fetal. En concreto, el departamento de Ginecología está trabajando en colaboración con el departamento de Neuropediatría para tratar de establecer los patrones del movimiento normales en fetos de 24 a 34 semanas. “Cuando nace un niño a esa edad gestacional y se estudian sus movimientos habitualmente se están aplicando parámetros de niños de 40 semanas; sin embargo, su madurez neurológica no es igual, por lo que existen dudas de que los patrones que se utilizan sean los correctos”. La tecnología en cuatro dimensiones ofrece la posibilidad de hacer un estudio con el feto dentro del útero materno y ver cómo es el movimiento de las extremidades, gestos faciales, etc. Estos datos permitirán establecer unos patrones más ajustados a su desarrollo neurológico intraútero para su posterior evaluación postnatal. “Son líneas de trabajo muy prometedoras pero que están en fases muy iniciales; todavía queda mucho por hacer”, asegura el Dr. Alcázar. fuente: www.unav.es/cun/html/avances/avance38.html
2006-07-12 | 3,222 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.11. Noviembre-Enero 2006 Pags. 43 Bol Med UAS 2006; 2(11)