El neurólogo ante una persona con demencia

Autor: Figini Hector A

Fragmento

Cada médico actúa en su vida personal y profesional de acuerdo a su formación, a las circunstancias vividas y a la imagen que la sociedad tiene de él. No puede ser contradictorio con lo que a diario siente que debe hacer y hace con sus pacientes. Según la expresión de V. von Weizsacker el hombre enfermo es una persona que pide auxilio a otra capacitada humana y técnicamente para prestárselo. De manera que a partir de las buenas intenciones de todos nosotros y ante frecuentes dilemas cotidianos, como no disponemos hasta la fecha de tratamientos efectivos para las de mayor incidencia, las de tipo degenerativo, parece preferible adoptar una actitud prudente más que proponer normativas de lo que debe el médico hacer ante cada paciente con Demencia (D) Es bien conocido el crecimiento de la población añosa en gran parte del mundo, lo que ha influido en el aumento de las enfermedades crónicas, degenerativas, de lenta evolución e inexorablemente progresivas como es el caso de las D degenerativas, la enfermedad de Parkinson o la ateroesclerosis. Son temas de preocupación cotidiana para los mayores de 65 años, incentivada por las posibilidades cada vez más fáciles del diagnóstico de esos males y de la deliberada divulgación sobre la aparición de drogas que según la industria farmacéutica conviene usar tempranamente para evitar el progreso de esos males. Como consecuencia son cada vez más frecuentes las consultas cargadas de temores, para quien ha entrado en la tercera edad y sufre fallas en su memoria, temblores en una mano, mareos al levantarse o inestabilidad al caminar. Personas aún en plena actividad piden chequeos completos, para descartar esos males y nadie se conforma con el cuidadoso interrogatorio y el detallado examen que el neurólogo pueda efectuar, sino que esperan un Electroencefalograma y una Tomografía computada, dos estudios que la gente supuestamente informada, considera indispensables para saber que pasa en su cabeza.

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2006-07-12   |   1,089 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 30 Núm.2. Abril-Junio 2005 Pags. 67-69 Rev Neurol Arg 2005; 30(2)