Penetrando los secretos de la naturaleza Durante el año 2002 se presentó en la Biblioteca Nacional de Medicina de los EUA una exhibición museográfica sobre la historia de la ciencia y de la medicina con el título Frankenstein, penetrando los secretos de la naturaleza: incluyó temas y situaciones de interés extraordinario para la sociedad contemporánea, capturó el interés de profesionistas de la salud, de políticos, de filósofos y eticistas y de la población en general. Los temas abordados como la clonación y la ingeniería genética obligan a plantear preguntas acerca de las implicaciones para la humanidad de los avances tecnológicos y científicos que preocupan a tantos; han motivado traer nuevamente a Frankestein o el Prometeo moderno, mítico y metafórico, como un motivo para reflexionar sobre esas inquietudes. Reflexionar sobre el relato de un joven científico que crea un monstruo al animar carne humana ya muerta. En la exhibición se incluyeron temas de literatura, de historia, de ciencia y de ética. Se analizó la historia de Mary Shelley y las condiciones sociohistóricas en las que escribió su novela, así como las implicaciones que ha tenido para la cultura, desde 1818. La curadora de la exposición fue Susan Lederer, autora del libro Subjected to Science. Human experimentation in America before the Second World War, por su gran experiencia en la investigación de estos temas y su carisma para abordarlos. Antes de 1997 no habían surgido discusiones trascendentes sobre la posibilidad de manipular la vida. Después de la clonación de la oveja Dolly, de manera súbita, los científicos, especialmente de los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health) obligados por la Casa Blanca, tuvieron que hacer declaraciones públicas sobre las viejas preguntas de la era de Frankenstein. ¿Por qué en los Institutos Nacionales de Salud se organizó una exposición de esta naturaleza? Para cubrir la necesidad de informar al público sobre la salud y la enfermedad y para discutir los temas candentes sobre transplante de tejidos animales, clonación, ingeniería genética, y desde luego, la vieja e inquietante pregunta de si podemos jugar a ser Dios. Pero eso no es todo, las preguntas vienen en paquete, ¿quién debe vivir?, ¿quién debería morir?, ¿qué tanto debemos luchar para mantener la vida?, debemos transplantar tejidos y órganos, pero ¿cómo obtenerlos?, ¿de humanos, o de animales o aun de plantas? En el número que ahora presentamos no podemos resolver las cuestiones planteadas, pero algo se avanza en el campo de la nueva tecnología. Un elevado porcentaje de sorderas ya pueden estudiarse mediante tecnología molecular. Los transplantes terapéuticos ya son una realidad, por cierto no exentos de complicaciones; se analiza un caso al respecto; lo mismo que el transplante autólogo de piezas dentarias. Otro tema de enorme trascendencia es ofrecer a los enfermos graves, como los de cáncer de cabeza y cuello, medidas terapéuticas para mitigar los efectos colaterales indeseables y mejorar la calidad de la vida de estas personas. En fin, el camino está abierto y la Revista de Ciencias Clínicas abre un espacio para la discusión de temas de inquietante actualidad e incertidumbre, o tal vez esperanza para el futuro. Mario A. Mandujano, M. en C.
2006-07-24 | 982 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 6 Núm.1. Enero-Junio 2005 Pags. 5 Rev Cienc Clín 2005; 6(1)