Compromiso social del médico visto desde su formación profesional

Autor: Kuthy Porter José

Fragmento

Citando al Dr. Hugo Aréchiga (miembro prominente de la Academia Nacional de Medicina, de la cual fuera Presidente): “Uno de los acontecimientos más importantes de fines del siglo XX fue, sin duda, el desarrollo de la Bioética, disciplina que en tres décadas avanzó, desde su modesta marginalidad, hasta el primer plano de la atención del médico y al centro del debate social. Su base se ha ampliado desde pequeños espacios de consultoría en algunos centros hospitalarios, a la fundación de departamentos de instituciones de salud y de educación superior, particularmente en escuelas de medicina”. Operan ya institutos y programas nacionales e internacionales dedicados al tema, ocupando un gran grupo de expertos, agrupados en sociedades y academias, celebrando frecuentes reuniones y publicando sus resultados en revistas especializadas, tales como Bioethics, Journal of Medical Ethics, Medicina e Moral (del Centro de Ética de la Universidad del Sacro Cuore) y en nuestro medio: Medicina y Ética (del Instituto de Humanismo en Ciencias de la Salud de la Universidad Anáhuac), revista que ya está trasponiendo las fronteras de nuestro país. Existe un gran número de especialistas en Bioética, no sólo entre los médicos, sino también en campos tan variados como la psicología, la filosofía, la sociología, la antropología, la historia, la religión y el derecho, afirmando Toulmin que “la introducción de temas médicos al cuerpo de la ética es el impulso más importante que ha recibido esta disciplina en tiempos recientes”. Ciertamente la Bioética representa un campo que se expande día con día; durante la última década ha introducido grandes cambios en su estructura de conocimiento, de tal manera que uno de sus más importantes campos es el educativo. En virtud de los crecientes avances tecnológicos en las ciencias biomédicas, algunos de los cuales imponen dilemas bioéticos, es importante que todos los médicos se familiaricen, particularmente durante su etapa formativa, para aprovechar con buen criterio los avances de la ciencia y de la técnica, siempre en beneficio del paciente, tomando en cuenta fundamentalmente el respeto a su dignidad como persona humana.

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2006-07-25   |   545 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 18 Núm.3. Julio-Septiembre 2005 Pags. 199-205 Rev Inst Nal Enf Resp Mex 2005; 18(3)