Autores: Rello Jordi, Rodríguez Alejandro
La implementación de guías clínicas para la neumonía ha dado como resultado una reducción significativa en la mortalidad, estancia hospitalaria y en una mejoría en el cuidado de estos pacientes. A pesar de estas evidencias, tanto en la prevención como en el tratamiento, ya sea en la neumonía comunitaria o nosocomial, un porcentaje importante de los profesionales actúan al margen de las recomendaciones. Esto se ha favorecido, en parte, por las discrepancias en las guías producidas por diferentes especialidades. Para paliar este desacuerdo, las sociedades de infecciones la Infections Disease Society of America (IDSA) y las respiratorias la American Thoracic Society (ATS) se han puesto de acuerdo en Estados Unidos para consensuar unas recomendaciones únicas. Poco después de las primeras guías canadienses aparecieron las de Estados Unidos. A lo largo de los noventa, han aparecido versiones modificadas en múltiples países. Para sorpresa de los lectores, algunos de los autores firman versiones diferentes, lo que afecta a la credibilidad de las mismas. La mayoría de estas guías son excelentes revisiones, pero sumamente complicadas para la aplicación clínica, ofreciendo múltiples opciones terapéuticas, algunas de las cuales distan mucho de ser equivalentes. Por ejemplo, no cabe duda que el porcentaje de tratamiento empírico apropiado prescribiendo carbapenem o aztreonam para Pseudomonas aeruginosa resulta muy diferente. En realidad, estas guías fueron diseñadas con mayor interés para ofrecer una cobertura legal delante de una potencial demanda por malpraxis en Estados Unidos, que encaminadas a proporcionar el tratamiento óptimo en un paciente concreto.
2006-08-17 | 174 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 19 Núm.1. Enero-Marzo 2006 Pags. 62-64 Rev Inst Nal Enf Resp Mex 2006; 19(1)