Autor: Dorta Contreras Alberto Juan
Lo más preciado que tenemos los cubanos es el capital humano. Para valorar el capital humano disponible en las instituciones científicas, académicas, de asistencia médica o de otro tipo, es imprescindible remitirse a su producción científica. Una de las vías fundamentales para medir la producción científica institucional, local o nacional es el estudio de las publicaciones realizadas, en papel o soporte electrónico. Ellas representan una constancia verificable en cualquier momento de los aportes realizados al desarrollo de la ciencia. En Cuba, desafortunadamente, la producción científica en el área de la salud, se encuentra por debajo del potencial humano existente. Esto obedece a diversos factores históricos entre los cuales se destacan: la falta de cultura editorial de nuestros profesionales, la casi ausencia de formación en materia de redacción de documentos científicos como es el caso de los artículos y la existencia de prioridades en el Sistema Nacional de Salud (SNS), como la docencia médica que conspira contra el tiempo disponible para la preparación de las publicaciones. Se une a esto, además, las dificultades que debe enfrentar un principiante hasta ver publicado su trabajo, las dificultades para seleccionar correctamente una revista y el manejo del idioma, si es que se pretende publicar por ejemplo en inglés para tratar de obtener una mayor visibilidad internacional.
2006-08-30 | 654 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 14 Núm.3. Mayo-Junio 2006 Pags. Acimed 2006; 14(3)