Profesor de la Escuela de Medicina Ignacio A. Santos, en el Tecnológico de Monterrey -hasta su fallecimiento en 1994- el anatomopatólogo regiomontano Jesús Guerra Medina fue maestro de incontables generaciones. Sus diagnósticos precisos, la calidez de su cátedra y el amor filial que se desbordaba al punto que procreó 11 hijos, ocasionan la memoria fiel de sus estudiantes, colegas e hijos. Porque si Chuy Guerra fue un excelente patólogo, supo trascender más por ser aún mejor persona. Luego de recibirse en 1956 en Monterrey, cursó especialidades en Medicina Interna y Anatomía Patológica en la Ciudad de México. De 1959 a 1961, fue residente de Anatomía Patológica en los hospitales de la Universidad de Emory y de la Universidad de Washington, en Estados Unidos. Los 32 años siguientes impartiría cátedra de Anatomía Patológica en Monterrey: los últimos 25 en el Hospital San José, del Tecnológico de Monterrey, donde también fungió como director médico. Desde que empecé a escribir este texto, he sentido que no podría ser objetivo y escribir una semblanza justa de un personaje importante en la vida médica de Monterrey. No lo pretendo, al fin y al cabo, el doctor Jesús Guerra fue para mí un amigo entrañable.
2006-09-05 | 1,529 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.1. Agosto-Noviembre 2003 Pags. 4-5 Revista AVANCES 2003; 1(1)