Autores: Calderón Reynoso Irene, Calzada Parra Alfonso, Lamas Ávila Mireya, Hernández Cardosa María Felina, López Milián Mayra
La cumbre mundial en favor de la infancia marcó un importante cambio cualitativo en la atención a niños y adolescentes. Las convenciones sobre los derechos de esta joven población en la mayor parte de los países ha impuesto el desafío de asegurarle condiciones vitales que promuevan su más alto nivel posible de salud, educación sanitaria, calidad de vida, instrucción escolar y otros factores como desarrollo físico, moral, social y ambiental. Toda la sociedad o gran parte de ella se sensibiliza ante un niño maltratado o desprotegido de sus atribuciones; sin embargo, muy pocas personas identifican como abusiva la decisión de no amamantar al lactante, teniendo en cuenta que es el mejor alimento y más eficaz medicamento para el recién nacido desde el calostro de los primeros días hasta la leche madura, por cuanto disminuye las posibilidades de que enferme y aumenta el desarrollo potencial de sus células cerebrales, debido a los aminoácidos que contiene, unido al hecho de que permite establecer una interacción más intensa entre madre e hijo, que le confiere más seguridad al bebé, reduce su “carga” renal, así como le protege contra la intolerancia alimentaría y respiratoria, entre otras grandes ventajas. En el Cairo, muchos niños mueren antes de nacer el siguiente hermano por la suspensión prematura de la lactancia materna. Los objetivos, propósitos y directrices de la salud pública cubana para el año 2000 contemplaban, entre otros aspectos: lograr 25% de amamantamiento del recién nacido al egreso del hospital de maternidad y 80% de lactancia materna exclusiva hasta el cuarto mes de vida. En nuestra provincia, alrededor de 70% de las madres son partidarias de la lactancia natural.
2006-10-20 | 1,067 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 10 Núm.1. Enero-Marzo 2006 Pags. Medisan 2006; 10(1)