Los niños generalmente menores de 5 años en su afán de explorar el mundo tienden a ingerir cuerpos extraños que se alojan en el esófago, habitualmente por debajo del músculo cricofaríngeo. Esto llega a producir toda una clínica de obstrucción esofágica, lo cual genera a su vez diferentes consecuencias clínico-patológicas. Se reporta el caso de un paciente masculino de 2 años con cuadro de dificultad respiratoria severa, con antecedente de ingestión de cuerpo extraño, a quien se le diagnosticó fístula traqueo-esofágica adquirida. Se revisa el tema, la clínica y la tendencia terapéutica actual. Aunque es una entidad común, es importante realizar un diagnóstico oportuno, ya que del enfoque terapéutico que se le dé dependerá el pronóstico y la calidad de vida del paciente.
Palabras clave: Fístula traqueo-esofágica cuerpo extraño neumonía química.
2006-10-31 | 1,529 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 16 Núm.2. Julio-Diciembre 2002 Pags. 45-52 Salud Uninorte 2002; 16(2)